▷ Cartas de despedida para un amor prohibido 【!De un corazón roto¡ 】
Cartas de adiós, aprende a decir adiós. |
¿Buscabas una carta de despedida para un amor no correspondido?
Despedirse nunca ha sido fácil, menos del amor, por eso hemos escrito estas cartas de adiós, para ayudarte a expresar lo que hay en tu alma. Porque el alma siente y nunca le ha sido fácil decirle adiós al amor.Tabla de contenido
1.Carta de adiós: amor mio
2.Carta de despedida a un amor prohibido
3.Carta de despedida a un gran amor
4.Carta de despedida a un amor roto
5.Carta a un amor prohibido que se llevo lo mejor de mi
6.Carta de despedida para un amor prohibido que me hizo feliz
7.Carta de despedida a un amor lindo
Carta de adiós | amor mio
Hola, no sé si te encontrare de nuevo, en esta ciudad o en este mundo, en
mi corazón deseo que no. Ni siquiera sé si te entregare estas letras, que son
el alma de una persona tonta, enamorada y ahora resignada, a este adiós.
Adiós amor, amor prohibido, no correspondido, pero aun así un gran amor. Te
doy mi agradecimiento, unas palabras vagas al viento, casi inaudibles para que
solo dios escuche y entienda a mi corazón.
Adiós.
Adiós palabras dulces de madrugada,
Adiós promesas que jamás verán la luz,
Adiós besos ahogados en esta distancia,
Adiós abrazos que ahora solo abrazan la nada,
Y nada, ya no espero nada. Ni un abrazo, ni un beso, ni tu amor que ahora
sé que me mantiene en pausa, y yo necesito avanzar, a donde sea, pero
avanzar. No sé si entiendas mis palabras
o mi silencio, creería que si. La fe me mueve, mas allá de lo que mi corazón
quiere ir. Tengo la sospecha que mi corazón se queda contigo, en esa plaza
donde te vi por primera vez, con tus abrazos y los planes que teníamos. No doy
un paso al costado, doy un salto al cielo o a algún vacío. Me ha costado mucho
tiempo y muchas cosas reunir el valor para despedirme. Y aquí estoy,
adiós…amor.
Cuando te fuiste me quede con esa sensación de que mi corazón se quedaba contigo en aquel lugar donde te vi por primera vez...
Carta de despedida a un amor prohibido |
Cuando te fuiste me quede con esa sensación de que mi corazón se quedaba contigo en aquel lugar donde te vi por primera vez...
Carta de despedida a un amor no correspondido o prohibido: de un corazón roto.
Cuando leas esta carta, yo habré llorado tu nombre, tus caricias, esa
mirada que tanto me gustaba y en la que me perdía. El camino es duro y apenas
se cómo no tropezar, siento que mis pies se enredan, pero son los nudos de mi corazón,
que de rato en rato suben a mi garganta y de mi garganta a mis ojos. Y entonces
el rio, el rio que lloro y que no puedo detener, en algún mar debe encontrarse
contigo, la verdad quisiera decir que soy fuerte pero no lo soy, al menos no de
la manera que se espera, me duele el corazón y todo mi cuerpo quiere detenerse aquí,
justo aquí. Pero ambos sabemos que no hay marcha atrás, el camino sigue. Tu más
que nadie lo sabe. Tu diste los primeros pasos, y esa es la razón de esta
carta, por un amor no correspondido y en el fondo sé que no es tu culpa, ni la mía.
No es mi culpa haber soñado contigo, haber pensado que tus besos eran más que
miel o que todo sería como en los cuentos.
Pero
se acabó el cuento y no tengo un final feliz, solo un final…tu corazón no me
corresponde y ¿que le puedo reclamar a tu corazón, a tu amor?, tomo el mío y
avanzo, algún día quizá sepas como te amé, de pies a cabeza, de filo a filo de
tu alma, pero eso ya no importa. Adiós, amor y gracias por dolerme tanto.
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CARTA A MI NOVIO
Carta de despedida a un gran amor
Tengo las palabras contadas, el plan perfecto para no sucumbir a mi corazón que te ama. Me marcho y me llevo todo, excepto a mí misma.
Todavía me quedan las ganas de quejarme de la mala suerte o el destino cruel, pero no serviría de nada, cargo mis errores, son solo míos. Todos excepto tú. Aunque mi corazón no entiende, las palabras que quiero decirte son bastante conocidas por ti.
Te amo, me dueles, suerte y gracias.
Me curare pronto de ti, espero que la vida sea buena conmigo, allá lejos donde tu amor no me alcanzará planeo ser feliz y sonreírle a la vida. Tenía más cosas que decirte y seguro que cuando te entregue estas letras, incluso después de que las hayas leído, yo seguiré escribiendo, porque no es fácil y necesito sacar todo esto de mí, antes de que sea tarde y me ahogue.
Gracias, infeliz, por hacerme tan feliz...
Estas cartas le dicen adiós al
amor, son fruto de la experiencia de varias personas que han sufrido la pérdida
de un gran amor, prohibido o no correspondido, cuando el amor se va nos rompe
el corazón y queremos escribirle muchas cartas, algunas ni siquiera las entregamos
pero es una forma de liberarnos.
Hola:
querido amor de tantas aventuras, tus ojos se van para siempre y la luz se apaga, se esconden de mi las estrellas y toda las canciones le hacen guerra a mi corazón. Te espero, aunque suelo mentirme que no. tengo un par de sueños escondidos en el alma y de vez en cuando los dejo salir, pero ya no estas, que mas da si revolotean un poco en mi alma destrozando mi corazón, mis anhelos.
Te vas y rompes mi corazón, mis paredes, el cielo inmenso que veíamos juntos hoy parece mas inmenso. te vas y aunque me duele, en el fondo de mi alma un grito desesperado se apaga, porque la esperanza se va contigo. Ya no hay mas un nosotros. Un amor que se rompe, y escribe una carta, una carta que nunca leerás porque la quemare cuando termine de escribirla, o quizá no.
Quien sabe, ya todo es incierto.
Por ahora mis lagrimas mojan esta hoja maldita, maldita con el dolor de lo que pudo ser y termino no siendo. Y es que en serio te lo juro que parecía que estaríamos juntos para siempre. Te juro que así parecía, así vivía mis días. Pero ya vez lo que es la vida, un paso en falso y todo se derrumba, y quizá eso también es lindo, no lo se. Ahora debo esperar a ver que pasa al final del cuento.
un día nos cruzaremos por la calle y quizá no sintamos nada, o quizá en el fondo de nuestra almas, un silencio se encienda, nuestra miradas se rocen y entonces lo sabremos. nos agradeceremos el tiempo juntos, volverán los recuerdos. solo los recuerdos porque ya será demasiado tarde.
Te amo y no voy a mentirte, pero no te lo haré saber nunca. Te amo y lo digo tantas veces como me es posible para tampoco mentirme yo. te amo y estoy seguro que este amor me libera y te libera, mientra me rompo...
Hola
son las 9:37 de la noche, la hora en la que reíamos de estupideces que solo nosotros entendíamos. Es curioso porque nos reíamos de todos y de todo, ahora ríen todos menos tu y yo, bueno, quizá solo yo...
Te escribo porque es la forma que he encontrado de engañarme o desahogarme, desahogarme de estas lagrimas que invaden mi alma y mojan todos mis sueños, pero ya no hay príncipe, no hay princesa, ya no hay cuento…
Ahora tengo la sospecha de que tú siempre lo supiste, que mis cielos no eran lo que querías volar, que no era mi soledad la que tendrías de compañera para siempre, y “siempre” es un dulce para los corazones que sueñan, que se emboban con los cuentos y los finales felices.
Ya ahora después de tiempo, quisiera decir que me arrepiento, pero no. Fuimos un amor prohibido, por nosotros mismos. He intentado culparte y no he tenido éxito.
Como culparte, eres una persona entre millones de personas con miedo a estar solo, solo buscabas alguien que te haga reír y se ría de tus chistes, no me arrepiento por eso, algunos de tus chistes eran buenos y reí hasta casi desmayarme.
Buscabas alguien con quien salir,
Alguien con quien huir,
Que sea cómplice de tus hazañas y aventuras,
Alguien para pasar el rato y no darte cuenta de que estabas solo,
Buscabas alguien que te libre de ti,
Y entonces me encontraste a mí, nada buena, nada mala…
Solo yo, un cuento aparte…
Una luna en otra galaxia,
Un bicho raro entre los tantos bichos normales,
Y quizá fue mi risa, esa que escondo…
Quizá fue mi ingenuidad,
Mi deseo de magia,
Mi deseo de sentirme en casa,
Quizá fue tu alma que me necesitaba,
Que me dijo: ¿quieres?
Y yo dije: Si…
Si a vivir o morir,
A sanar o lastimarme,
A ir a casa o enterrarme para siempre en este mundo tan ajeno…
Quise culparte y no he podido, tampoco siento que tenga la culpa yo…
Recuerdo que alguien me dijo una vez que:
Cuando sientas que alguien tiene la culpa es porque necesitas ayuda,
Cuando sientas que tú tienes la culpa, es porque ya estas recibiendo esa ayuda,
Pero cuando sientas que nadie tiene la culpa, es porque te habrás curado…
Quizá me estoy curando, quizá no, pero deseo que seas muy, muy feliz…eso deseo.
Adiós, amor prohibido, te entrego esta carta desde el fondo de mi alma, dándote gracias y liberándote de todas las maldiciones para así no tener que encontrarte en ningún otro mundo al que vaya. Adiós para siempre.
Después de escribir esto, he llegado a la conclusión de que, si te entregare esta carta, la dejare un día en un lugar donde puedas encontrarla, quizá sepas enseguida que se trata de mí, o quizá no. Ya no tiene la menor importancia.
Cuando eso ocurra yo ya estaré lejos, me voy a casa, lejos de ustedes las almas errantes que poco o nada saben sobre nosotros los bichos raros…
Cartas de adiós a un amor correspondido |
Carta de despedida a un amor roto
Hola:
querido amor de tantas aventuras, tus ojos se van para siempre y la luz se apaga, se esconden de mi las estrellas y toda las canciones le hacen guerra a mi corazón. Te espero, aunque suelo mentirme que no. tengo un par de sueños escondidos en el alma y de vez en cuando los dejo salir, pero ya no estas, que mas da si revolotean un poco en mi alma destrozando mi corazón, mis anhelos.
Te vas y rompes mi corazón, mis paredes, el cielo inmenso que veíamos juntos hoy parece mas inmenso. te vas y aunque me duele, en el fondo de mi alma un grito desesperado se apaga, porque la esperanza se va contigo. Ya no hay mas un nosotros. Un amor que se rompe, y escribe una carta, una carta que nunca leerás porque la quemare cuando termine de escribirla, o quizá no.
Quien sabe, ya todo es incierto.
Por ahora mis lagrimas mojan esta hoja maldita, maldita con el dolor de lo que pudo ser y termino no siendo. Y es que en serio te lo juro que parecía que estaríamos juntos para siempre. Te juro que así parecía, así vivía mis días. Pero ya vez lo que es la vida, un paso en falso y todo se derrumba, y quizá eso también es lindo, no lo se. Ahora debo esperar a ver que pasa al final del cuento.
un día nos cruzaremos por la calle y quizá no sintamos nada, o quizá en el fondo de nuestra almas, un silencio se encienda, nuestra miradas se rocen y entonces lo sabremos. nos agradeceremos el tiempo juntos, volverán los recuerdos. solo los recuerdos porque ya será demasiado tarde.
Te amo y no voy a mentirte, pero no te lo haré saber nunca. Te amo y lo digo tantas veces como me es posible para tampoco mentirme yo. te amo y estoy seguro que este amor me libera y te libera, mientra me rompo...
Carta de despedida a un amor prohibido que se ha llevado lo mejor de mi
Hola
son las 9:37 de la noche, la hora en la que reíamos de estupideces que solo nosotros entendíamos. Es curioso porque nos reíamos de todos y de todo, ahora ríen todos menos tu y yo, bueno, quizá solo yo...
Te escribo porque es la forma que he encontrado de engañarme o desahogarme, desahogarme de estas lagrimas que invaden mi alma y mojan todos mis sueños, pero ya no hay príncipe, no hay princesa, ya no hay cuento…
Ahora tengo la sospecha de que tú siempre lo supiste, que mis cielos no eran lo que querías volar, que no era mi soledad la que tendrías de compañera para siempre, y “siempre” es un dulce para los corazones que sueñan, que se emboban con los cuentos y los finales felices.
Ya ahora después de tiempo, quisiera decir que me arrepiento, pero no. Fuimos un amor prohibido, por nosotros mismos. He intentado culparte y no he tenido éxito.
Como culparte, eres una persona entre millones de personas con miedo a estar solo, solo buscabas alguien que te haga reír y se ría de tus chistes, no me arrepiento por eso, algunos de tus chistes eran buenos y reí hasta casi desmayarme.
Buscabas alguien con quien salir,
Alguien con quien huir,
Que sea cómplice de tus hazañas y aventuras,
Alguien para pasar el rato y no darte cuenta de que estabas solo,
Buscabas alguien que te libre de ti,
Y entonces me encontraste a mí, nada buena, nada mala…
Solo yo, un cuento aparte…
Una luna en otra galaxia,
Un bicho raro entre los tantos bichos normales,
Y quizá fue mi risa, esa que escondo…
Quizá fue mi ingenuidad,
Mi deseo de magia,
Mi deseo de sentirme en casa,
Quizá fue tu alma que me necesitaba,
Que me dijo: ¿quieres?
Y yo dije: Si…
Si a vivir o morir,
A sanar o lastimarme,
A ir a casa o enterrarme para siempre en este mundo tan ajeno…
Quise culparte y no he podido, tampoco siento que tenga la culpa yo…
Recuerdo que alguien me dijo una vez que:
Cuando sientas que alguien tiene la culpa es porque necesitas ayuda,
Cuando sientas que tú tienes la culpa, es porque ya estas recibiendo esa ayuda,
Pero cuando sientas que nadie tiene la culpa, es porque te habrás curado…
Quizá me estoy curando, quizá no, pero deseo que seas muy, muy feliz…eso deseo.
Adiós, amor prohibido, te entrego esta carta desde el fondo de mi alma, dándote gracias y liberándote de todas las maldiciones para así no tener que encontrarte en ningún otro mundo al que vaya. Adiós para siempre.
Después de escribir esto, he llegado a la conclusión de que, si te entregare esta carta, la dejare un día en un lugar donde puedas encontrarla, quizá sepas enseguida que se trata de mí, o quizá no. Ya no tiene la menor importancia.
Cuando eso ocurra yo ya estaré lejos, me voy a casa, lejos de ustedes las almas errantes que poco o nada saben sobre nosotros los bichos raros…
Carta de despedida para un amor prohibido que me hizo feliz
“te amo mucho, mi amor, para siempre”
Esas eran tus palabras favoritas
Y te lo dije tanto que olvidé que yo también las merecía…
Te extraño, de una manera un tanto tonta, un tanto no se, quizá más que extrañarte a ti, extraño lo que éramos juntos…
Hoy he leído en alguna parte esta frase:
“dejar ir es fluir”
Te la dedico, junto a este verso que encontré en mi alma y he buscado por todos los medios deshacerme de él.
Te extraño los jueves,
Cuando llueve,
Y el invierno nos busca en casa,
Y llora cerca a la casa del verano,
Hace pataletas en el patio de doña primavera,
El otoño le cae mal, lo evita…
Te extraño ahora, ya sin vida…
Lejos del árbol donde te escondías,
Donde te robe el primer beso,
Donde me robaste una sonrisa,
Extraño tus risas de la nada,
Esa música que sonaba en las calles cuando caminábamos,
Y los pasos que dábamos sin prisa,
Extraño la risa,
Extraño tus mañanas,
El saberte dormida,
El saberte despierta,
El soñarte,
El hacerte travesuras,
Hacerte enojar y luego reír,
Extraño ser uno de tus vicios,
Una de esas cosas que extrañas,
De estar entre tus manías y los planes de los domingos,
Extraño ir de prisa a verte,
Caminar y que el mundo desaparezca,
Extraño una sola cosa, un abrazo y que nada más exista…
Ya lo sé, soy un tanto rara, nunca leerías un poema, ni siquiera si se tratase de mi alma, disuelta en letras. Te escribo no sé porque, ni siquiera sé si es lo adecuado. Y no sé porque me tomo tantas molestias en corregir las letras, en ver si la ortografía está bien. Al final nunca te las entrego, pero si lo hiciera esta vez, sabe que he roto más de 34 cartas, 5 de ellas con odio y 2 de venganza, 1 debo aceptarlo era para advertirte que ibas a morir. Pero venga, ya sabes lo bromista que soy, era una broma…tonta, pero broma al fin.
Adiós, valentino, que seas muy feliz, que conozcas el cielo y te alejes de mis paraísos para siempre, los cobardes no entran en el…jejejejej (tenía que decirlo, lo siento)
Carta de despedida a un amor lindo, con todo el amor y agradecimiento,sé muy feliz...
Y aquí estoy con un poco de vino y muchos recuerdos,
caminando en una ciudad fantasma que un día vivió y vio nuestro amor.
Tus maldiciones me siguen,
Ha pasado tanto tiempo, quizá más del que recuerde, porque
siempre parece que fue el mes pasado. Cuando tu risa iluminaba mi adolescencia,
y te robabas mis besos que sabían a inexperiencia y sueños de niño.
Y nunca entendí ¿Cómo? Ni en que momento nuestras huellas se
alejaron. Recuerdo que me contabas como empezó el mundo o algún nuevo mito que
te pedía de favor que me lo reveles. Y tú siempre accedías y se te ocurría la
historia más trillada que jamás nadie pudo habérsele imaginado.
Te escribo para pedirte perdón, para enviarte mis
bendiciones y un inmenso “te amo” que allá donde quiera que estés te encuentre
y te abrace. El vino corre por mis venas y me libera de cosas, de la mente que
piensa y teme. Soy solo yo, yo y mi historia contigo.
Nunca supe si te rompí o me rompiste el corazón, quizá ambos
nos lo rompimos. Es seguro que nunca leerás esta carta, porque nunca
respondiste a las ultimas que te envié justo antes de perderte el rastro. Hare
un avión de papel con esta carta y la lanzare en un lugar que se llama costa
verde, que queda cerca de donde vivo ahora. La lanzare esperando que el
universo la lea y te lo haga saber de alguna manera.
Que estoy en paz contigo,
Que te perdono y me perdono,
Que siempre te quise y aun te quiero,
Que veo tu risa en mi mente de vez en cuando y la abrazo,
La abrazo fuerte y a veces lloro,
Tu risa me recuerda a mi risa, mis sueños de niño.
El niño que fui y que tanto me gusto ser, mismo del que me
aleje cuando tú te alejaste, pero hoy por algo que mencione antes “tu maldición”
vengo y me rindo, no sé a qué, pero me rindo…
Es curioso porque el vino ha desaparecido, tu amor me
embriaga, me despido de ti hasta que la vida nos vuelva a juntar por la razón
que sea, solo abrázame y no digas nada.
Te amé mucho más de lo que quise - Carta de despedida a un amor prohibido
Te olvidaste del cuento, del "felices para siempre", o quizá nunca lo dijiste en serio y era una mascara para soñar despierta. Un hilo al paraíso, tu cable a tierra para no morir de "normalidad".
Quizá en el fondo el mundo tenia miedo de nuestro amor, o quizá me cuento eso para engañarme y darle una falsa tranquilidad a mi corazón que ahora se siente estúpido. Pero bueno, estas letras no son para reclamarte nada.
Me voy para siempre, lejos, muy lejos, tan lejos para así no toparme nunca mas con tu risa que en otro tiempo era mi fortaleza, hoy derriba todos mis muros e invade de tristeza mi alma, me voy y apenas cargo conmigo mismo, mi mente, mi alma y mi corazón se quedan para siempre en estas calles y debo aprender a vivir con eso.
Con eso que late en el alma y de lo que no se puede escapar, solo espero que Dios me abrigue en las noches y no deje que muera de soledad, planeo ser feliz, no se como y no se cuando. Mucho menos con que.
Pero soy fuerte, soy fuerte y a pesar del miedo me voy para siempre, para que todo rastro de ti solo sea un sueño lejano. Adiós amor prohibido, Adiós y ojala para siempre...
Carta de despedida a un amor prohibido |